Siempre hemos pensado que las leyendas estaban basadas en eso, en leyendas que nada tenian que ver con la realidad...
Aunque muchas veces, esconden casos verdaderos que fueron maquillados para dar ejemplo a los habitantes de la ciudad.
Este es el caso de Pedro Fernández de Alcaudete, tesorero de la Catedral, que se creó, por su caracter díscolo y cruel, ciertos enemigos tanto del Cabido como entre la nobleza.
De él se cuenta como vivía una vida desodernada entre la lujuria, el poder y la ambición... Incluso se habla de los chantajes que hacia a los nobles de aquel entonces, para llegar a sus
caprichos… Esto hizo que la Santa Inquisición cayera sobre él con toda la fuerza, acosándolo de judaizante cosa que tal vez fuera hasta verdad, ya que en aquellos tiempos muchos judíos que se
quedaron en España y que se hicieron conversos, a los que llamaban “marranos” para su limpieza de sangre se metían en la religión tan de lleno para que la gente no tuviera la menor duda de que
eran auténticos cristianos.
La leyenda cuenta que el Jueves Santo de 1483 hizo los oficios, y cuando llevaba el sacramento para colocarlo en el depósito, frente de la capilla de San Acacio, advirtieron que de uno de los
pies le brotaba sangre, hasta el punto de ir manchando el pavimento; entonces metieron en ella para registrarlo y le sacaron del zapato la forma que momentos antes había consagrado.
Cosa que no deja de ser una leyenda, ya que los motivos serían muchos más políticos que otra cosa. El tesorero se había metido con demasiada gente e incluso utilizaba su cargo para prestar dinero
a incautos que luego debían de pagarle demasiados intereses o en contra se quedaba con las casas y fincas de estos
Esto produjo el escándalo consiguiente y la Inquisición se llevó al judaizante, ante cuyo tribunal declaró su delito y fue sentenciado a sufrir la muerte en la hoguera.
El día 27 de febrero de dicho año tocaron a auto en la Catedral y a la mañana siguiente se formó la procesión en que iban los inquisidores, precedida de una cruz alta cubierta con velo negro,
acompañando la Ciudad, otras corporaciones, entre ellas el Cabildo eclesiástico y el obispo don Rodrigo de Soria, que vino para la degradación, por estar vacante la mitra de Córdoba.
En la iglesia de San Francisco, al efecto preparada con un tablado en el centro, sobre el cual se efectuó la ceremonia. Despojaron a Alcaudete de las vestiduras y le pusieron una aljuba amarilla
con mangas largas, una capotilla de colores y capuz y un letrero en que se leía:” Éste ha judaizado” .
Después lo subieron en un asno, y entregado al brazo secular lo llevaron a las afueras de la puerta de Baeza, donde habían clavado un palo, al que lo ataron, y rodeándolo de leña le hicieron
morir de una manera tan espantosa.
Existe el documento del jucicio que se le hizo al tesorero por la santa Inquisición, que se halla en el archivo del Real convento de San Pedro de la Orden Franciscana de esta Ciudad.
El manuscrito dice:
"En la muy noble y leal ciudad de Córdova, en sábado veinte y ocho del mes de Febrero, año del nacimiento de nuestro Salvador Jesuchristo de mil cuatrocientos ochenta y cuatro; estando fuera
de los Alcázares Reales de esta dicha ciudad junto á la torre de los Leones, lugar situado donde los Reverendos Padres é Señores inquisidores de nuestra santa fe cathólica por la authoridad
Apostólica y jurisdicción ordinaria, conviene á saber, Fray Martin de Cazo de la Orden de San Francisco Maestro de Sagrada Theología, y el Doctor Pedro Martinez de Barrio y el Bachiller Anton
Ruiz de Morales Canónigos de la Yglesia de esta ciudad, y el Licenciado Juan Gutierrez de las Cañas, é Don Lope de Sandoval Dean, é Don Francisco de Balenzuela Arzediano de Córdova, é Don Pedro
Gonzales de Hozes Chantre, é Simon Lopez de Valenzuela é Luis Mendez de Morales Canónigos, con otros muchos Clérigos é Beneficiados de la dicha Yglesia Cathedral é el virtuoso Señor Garcia
Fernandez de Manrrique del Consejo del Rey é Reyna nuestros Señores é su Correjidor é Justicia Mayor en esta Ciudad é su tierra, con otros muchos cavalleros de los del Regimiento de esta dicha
Ciudad, é el discreto varon el Bachiller Pedro de la Cuba Alcalde de la Justicia, é el Reverendo Señor Don Rodrigo de Soria obispo de Málaga, todos generalmente estando en su congregacion é
ayuntamiento para denunciar é declarar por erege judaizado apostatado á Pedro Fernandez de Alcaudete Thesorero de la dicha Yglesia Cathedral de esta Ciudad; é porque, assi denunciado, el dicho
Señor Obispo lo degraduase de las órdenes ecclesiásticas que tenia: é luego los dichos Señores Padres Inquisidores sedendo pro Tribunali mandaron á los discretos notarios Anton Sanchez de Córdova
Notario Apostólico, e á Mateo de la Cuba escribano público de esta dicha Ciudad, é escribanos de esta Audiencia, é que leyesen públicamente delante del pueblo, como que estava presente á los
autos é méritos del proceso hecho contra el dicho Pedro Fernandez Thesorero herético, Judaizado Apóstata é descomulgado, é los delitos é eccesos por él cometidos contra nuestra Santa fe
cathólica, segun la deposicion de los testigos que contra el dicho Pedro Fernandez depusieron por sus dichos é segun la confesion por él confesada.
Por el cual dicho Proceso pareció el dicho Pedro Fernandez Thesorero aver caido en error de herejía é judaizado, teniendo como tenia al público nombre de christiano, ó en el secreto nombre de
Judio, é con el que siempre celebraba las fiestas expecial de la Ley de Moises, diciendo que aquella era la verdadera Ley por Dios dada, é que la Ley de Christo que era burla; é no solamente
contento de esto, ya mas constava de hazer ayuntamiento con Judios de señal é con otros semejantes herejes, como predicándoles la Ley de Moises; el qual guardó las pasquas de las Cabanuelas é del
Pan censeño, é del querno3; é los ayunos en especial siempre comia carne, é guardava los sávados, mandándole comer en viernes por el sábado, encendiendo los candiles antes del sol puesto, los
quales ardian hasta que de suyo se apagavan; y quando iva á la Yglesia no hacia aquel acatamiento al Sagrario que devia, sino falso, por dar á entender que era Christiano; é no creia que la
hostia consagrada era Dios verdadero; é quando se vido en agonias é travajos, ayunó por sí é hizo ayunar á otras personas los ayunos de la Ley vieja, por los quales fuere librado de penar; é no
creia verdaderamente en lo que la Santa Madre Yglesia creo y tiene, sino de todo punto convencido en su herejia é inducimiento, en el qual siempre permaneció fasta la ora que fue traido al
Consistorio donde los Señores Padres é Inquisidores estaban.
E assí venidos é platicados [por] el dicho Padre Casso de los crímenes é errores fechos por el dicho Pedro Fernandez Thesorero contra la Santa fé Cathólica, segun que esto é otras muchas cosas
están en los Procesos contra él fechos, los dichos Señores Padres Inquisidores denunciaron ó declararon á el dicho Pedro Fernandez Thesorero por herético, judaizado, é Apóstata é Descomulgado,
convencido en la herética pravedad; é que pedian é requerian al Reverendisimo Señor Obispo de Málaga, que presente estava, que lo degraduase de las órdenes ecclesiásticas que tenia, como á
indigno poseedor de ellas; é luego el dicho Señor Obispo estando en su pontifical, segun que de uso é costumbre se suele fazer en los semejantes casos, degraduó por órden de nuestra Yglesia al
dicho Pedro Fernandez dejándolo como hombre seglar. E luego los dichos Señores Padres Inquisidores dijeron que como hombre relaxo é hereje convencido en la herética pravedad, que lo relajaban é
remitian al brazo seglar é á las justicias de los Reyes nuestros Señores, é al dicho Señor Garcia Fernandez Manrrique su Correjidor en su nombre. É luego el Señor Correjidor dijo que lo recibia
por tal, é lo dava é entregava á el Bachiller Pedro de la Cueva su Alcalde de Justicia, que presente estava, para que segun las leyes divinas y humanas le diese la pena de muerte conforme á sus
errores ó delitos de heregia por él cometidos, segund su dicho mereció.
E luego el dicho Alcalde de Justicia dijo que lo recibia á su fuero é jurisdiccion de Alcalde de la Justicia; é dió sentencia contra el dicho Pedro Fernandez como hereje, judaizado, apóstata, é
descomulgado, como hombre seglar, segun que los dichos Señores Padres Inquisidores por su sentencia ó denunciacion le avian declarado, en la manera siguiente:
Yo el Bachiller Pedro de la Cueva Alcalde de la Justicia en esta ciudad de Córdova por el muy virtuoso Señor Garcia Fernandez Manrrique del Consejo del Rey ó Reyna nuestros Señores é su
Correjidor é Justicia mayor en esta dicha Ciudad é su tierra, por virtud de la su sentencia é denunciacion que aquí han dado los Señores juezes de la Santa Inquisicion de la herética pravedad, en
que han declarado por hereje judaizado, apóstata é descomulgado á Pedro Fernandez de Alcaudete Thesorero de la Yglesia Cathedral de esta Ciudad, segun los delitos por él cometidos contra nuesta
Santa fé cathólica, Yo lo recibo á mi oficio é fuero de Alcaidia de la Justicia seglar en nombre del Señor Correjidor, é assí recibido fallo que por quanto por virtud de la dicha declaracion é
degraduacion de él, fecha en forma de derecho, en que por su sentencia fue declarado el dicho Pedro Fernandez Thesorero ser hereje, judaizado é apóstata é descomulgado, convencido de la herética
pravedad, é á mi fue relajado é remitido como degraduado é persona seglar, segun parece por la sentencia é autos del proceso sobre el fechos, lo qual es pasado en cosa notoria é por notoriedad
del fecho, en el qual segun derecho por ser assí notorio no es necesario nuevo proceso ni orden de juicio, salvo solamente dar la sentencia; é Yo assí haviendo por notorio el dicho delito de
heregía, apostasia del dicho Pedro Fernandez Thesorero, fallo, que le devo condenar y condeno por los dichos delitos é errores á pena de muerte natural, la cual mando que sea por fuego material,
é sea quemado vivo hasta tanto que sea convertido en ceniza, é á pena de confiscacion de todos sus bienes, los quales confisco é aplico á quien con derecho los deve haver.
É mando á Andres Palacios Alguacil mayor de esta Ciudad que lieve é faga lievar esta mi sentencia á puro é leal é devido efecto é egecucion é que le mande cavalgar en un asno con una soga al
pescuexo; é las manos atadas, lo lieve á quemar vivo á la Puerta baja, donde mando por esta mi sentencia que sea fecho, é execucion de ella; la qual assi pronuncio é sentencio por esta mi
sentencia, por sus escritos, é por ellos;
El Bachiller Cuba. Yo Juan Ximenez escrivano público de Córdova. "