LAS CABALLERIZAS

Es una gran sala rectangular que se encuentra en semisótano, en ella estaban los caballos y otros animales. Su tamaño es muy grande, por lo que se supone que se cobijaban además la caballería de los ejércitos preparados para las batallas en la frontera. Está restaurada, pero conserva un aspecto muy similar al original.

La parte alta de las caballerizas está ocupada por una sala de las mismas dimensiones que la de abajo pero con unas características constructivas muy diferentes, adaptadas al uso principal como sala capitular y también como refectorio o comedor.

LA SALA CAPITULAR Y REFECTORIO

En esta sala se reunía la comunidad de freires para hacer el capítulo, es decir, leer o recordar las normas de convivencia que establecía la Regla de San Benito por la que se regía la Orden de Calatrava.

Los capítulos finalizaban con un acto de confesión pública de los monjes que deseaban acusarse a sí mismos de sus faltas.

Al convertirse en palacio, esta gran sala se dividió en habitaciones, una de ellas con una chimenea y un mirador sobre la muralla.

La sala capitular también se usaba como comedor o refectorio. Las mesas estaban alineadas a lo largo de las paredes. Se supone que los freires se colocaban según el rango o cargo que ostentaban.