ANDALUCÍA: PRIMERA INVASIÓN NAPOLEÓNICA. ALCAUDETE, PIONERO EN LA SUBLEVACIÓN CONTRA EL INVASOR.

Fernando Romero y Francisco Pino.

 

Introducción:

 Por el Tratado de Fontainebleau (27 de octubre de 1807), el Gobierno de Carlos IV acepta el paso por España de tropas francesas para la conquista de Portugal, cuya ocupación, Napoleón necesita para evitar una fisura en el bloqueo a Inglaterra.

 

El 17 de marzo de 1808, se produce el motón de Aranjuez, que provoca la abdicación de Carlos IV en Fernando VII y la caída de Godoy, también llamado “El príncipe de la paz”. Napoleón se erige en árbitro de las diferencias de la familia real española y consigue que todos sus miembros salgan de España; en Bayona, Fernando acepta la invalidez de la abdicación de su padre y Carlos IV entrega la corona española a Napoleón, quien nombra rey a su hermano José. Estos hechos, reflejan la decadencia familiar de los Borbones españoles, de lo cual temerariamente Napoleón dedujo la del pueblo. El historiador francés André Fugier ha puesto de manifiesto el escaso conocimiento que el Emperador tenía de España: “era el país sobre el que menos había leído y su geografía le resultaba prácticamente desconocida, lo cual afectaría negativamente a sus planes militares de ocupación”.

 

Una vez instalado su hermano en Madrid, Napoleón decide la invasión de Andalucía, punto vital para liberar la escuadra francoespañola que se encontraba fondeada en Cádiz y controlar el Estrecho de Gibraltar, paso obligado de la flota inglesa hacia su imperio colonial.

 

El presente trabajo obedece a la necesidad de recopilar e investigar lo más exhaustivamente posible todos los sucesos acaecidos desde la entrada de las fuerzas francesas en Andalucía, hasta el mismo día en el que dará comienzo la decisiva batalla de Bailén. La victoria tiene una importancia incuestionable, ya que por un lado, hace fracasar el plan francés de dominar el sur, y por otro, hace ver a toda Europa que el ejército napoleónico no es invencible.

 

Se ha intentado recoger todos los sucesos, en el más estricto orden cronológico, sucedidos entre el 23 de mayo de 1808, fecha en que se pone en marcha el ejército francés, y el 19 de julio, fecha de la Batalla de Bailén. Cincuenta y ocho trágicos días en los que se narran las acciones ocurridas tanto en el frente francés como en el español así como la acción de miles de paisanos y vecinos que se levantan en armas contra el invasor.

 

Acontecimientos:

 

Primera Invasión de Andalucía.

Dentro de los planes iniciales previstos por Napoleón para su actuación en España, figuraba que sus ejércitos marchasen hasta Cádiz para someter la región y apoyar a la escuadra franco-española del Almirante Rosilly andada frente a Cádiz y bloqueada por los ingleses desde el desastre de Trafalgar. Ante las noticias de insurrección que proceden de Andalucía, Murat[1], en las primeras semanas de mayo, procede a dictar las directrices para organizar la primera ofensiva francesa.

A tal efecto se cuenta con el Segundo Cuerpo de Observación de la Gironde, cuyo comandante es el General de División Conde Pierre Antoine Dupont de L Etang, que a los cuarenta y tres años es uno de los más prestigiosos generales del ejército francés. Su historial es brillante y su nombre se encuentra en las Batallas de: Albex, Halle, Marengo, Ulm y Friedland. En esta última se le concede el título nobiliario de Conde por méritos militares. En síntesis, Dupont debe dominar el Estrecho, neutralizar Gibraltar y capturar posiciones en el norte de África, quebrantando así el poder británico en esa área estratégica. Para ello cuenta con la Primera División del General Barbou (Brigadas Chabert y Pannetier), la División del General Rouyer (Brigada Scharamm),el Batallón de Marinos de la Guardia Imperial del Coronel Daugier y la División Fresia (Brigadas Privé, Boussard y Dupré). Un total de 13000 a 14000 hombres, según nuestras investigaciones[2]. (Ver cuadro).

En el camino de Madrid a Cádiz estaba previsto que se le fueran incorporando otras fuerzas, que le enviaría Junot[3] desde Lisboa. En concreto, la Brigada Mixta del General Schramm y algunas fuerzas de infantería y caballería del General Avril, en total unos 3000 hombres.

De acuerdo con el plan inicial, se pusieron en marcha desde Toledo el 23 de mayo, aunque no pudieron moverse con total precisión, ya que la hostilidad hacia los franceses era manifiesta a lo largo del recorrido.

A pesar de todo, el ejército de Dupont atravesó La Mancha y penetró en Sierra Morena, forzando el paso de Despeñaperros el 31 de mayo, cuya custodia se había confiado al Coronel de voluntarios de Aragón, D. Manuel de la Peña que o habiendo recibido una orden expresa del Comandante General de la Vanguardia del Ejército de Observación de Sierra Morena, D. Pedro Agustín de Echavarri[4], en vez de trasladarse donde se le había destinado, se separó del camino y abandonó el citado puesto [5].

La Junta de Sevilla envió a aquel lugar al Conde de Tilly por si aún podía impedirse el avance de los franceses, pero los ejércitos enemigos ya eran dueños de la zona.

Siguieron los franceses hacia adelante descendiendo al Valle del Guadalquivir, ya en terreno hostil. Entraron en la Carolina encontrándola prácticamente desierta, pues sus moradores habían huido. Lo miso ocurrió al pasar el 1 de junio por Guarromán y Bailén. El día 2 llegaron a Andújar, donde estableció su Cuartel General, y tuvieron noticias de que el levantamiento era general en Andalucía e incluso que en Córdoba ya se tomaban las primeras medidas militares para cortarles el paso.

Dupont, desde Andújar, comenzó a organizar sus fuerzas para el combate. El paseo militar se había complicado, aunque se confiaba en la superioridad militar del ejército francés, curtido en mil batallas, frente a un desorganizado y heterogéneo ejército español[6]. Deja en Andújar un fuerte destacamento para salvaguardar el vital puente sobre el Guadalquivir y continúa su marcha sobre Córdoba.

Por su parte el General D. Pedro Agustín Echavarri deja plantadas en Arjona a las fuerzas enviadas por la Junta de Jaén (7 Compañías) y no cumple con la palabra de atacar a los franceses en esa ciudad. Las dotes militares de este General no pasarán a la historia, ya que en principio comete el grave error táctico de no esperar a los franceses en Despeñaperros, única entrada para Andalucía, disponiendo e hombres y tiempo suficiente. A coni8nuación los deja pasar el Guadalquivir por Andújar, segundo error, y finalmente, olvidando sus grandilocuentes palabras de la carta enviada al Ayuntamiento de Jaén [7], sobre su empeño de defender a la Patria y a Andalucía, decide únicamente defender Córdoba.

El 3 de junio establece en Villa del Río la Brigada de Cazadores de Dupré y el 4 se acantona en Bujalance la de Dragones del General Privé. Al mismo tiempo Dupont intenta enviar algunos destacamentos con dirección a Granada.

El día 6 Dupont se organiza con el resto de sus tropas en El Carpio y a la noche sale el propósito de estar frente a Córdoba al amanecer del día siguiente.

La acción en Alcaudete.

El día 7 de junio tiene lugar la primera acción contra los franceses en Andalucía. Se desarrolla en Alcaudete, siendo por lo tanto, el primer pueblo andaluz que se sublevó contra el ejército francés. La acción transcurrió de la siguiente forma:

El 6 de junio, el alcalde de Fuente Tójar informó que una partida de franceses se dirigía a Alcaudete, con el fin de buscar alojamiento a unos 700 hombres que llegarían desde Alcalá la Real. Este hecho no tiene sentido por varios motivos:

1.      ¿De dónde habían salido tantos soldados?, ya que sólo se tiene constancia de unos destacamentos de observación enviados por Dupont el día 4 de junio.

2.      ¿Por qué Dupont separaría un contingente tan importante de su ejército? Ya de por si escaso.

3.      ¿Arriesgaría a perder estos hombres sabiendo que Alcalá la Real era el camino por el que se acercaría el ejército de Reding?

4.      ¿Existía guarnición francesa en Alcalá la Real? Según nuestra propia investigación y las fuentes consultadas, en estas fechas se descarta tal hecho.

Solo tiene sentido y es lógico que fuera un rumor de los afrancesados, o bien, una estratagema de los franceses para impedir que se les atacara. Por lo tanto, el fin del destacamento no era otro que el de exploración y reconocimiento del terreno y de las tropas españolas que vendrían por el camino de Granada.

Advertidas, el día 6 por el correo recibido, las autoridades intentaron mantenerlo en secreto para evitar posibles desmanes. Aunque con toda certeza fue el mensajero el que informó a algunos paisanos sobre este hecho, propagándose la noticia como la pólvora entre los vecinos. El día transcurrió en un ir y venir de gente alterada realizando comentarios de todo tipo.

Así, a media mañana del día 7 de junio, llegaron los franceses a Alcaudete, se trataba de una Sección de un Escuadrón de Caballería de Dragones, pertenecientes a la División Fresia, Brigada Boussard, formada por 25 hombres. Se dirigieron hacia la Iglesia Parroquial de San Pedro, encaminándose hacia la plaza mayor por la actual Calle Campiña. Al llegar a la plaza se presentaron ante el ayuntamiento. El oficial al mando se adelantó, y exigió le fueran concedidas raciones de pan, vino y carne, para él y sus soldados. Las autoridades municipales se reunieron en asamblea y accedieron a concedérselo. Mientras tanto, los vecinos, comenzaron a reunirse en la plaza, al principio un poco temerosos, observando los vistosos trajes de los dragones, con esos cascos dorados con una cola negra, para luego tomar una actitud sospechosa y amenazadora. Una vez recibidos los víveres, y al ver que los lugareños se congregaban en torno a la tropa con una actitud amenazante, el oficial, para mayor seguridad del destacamento, decide retirarse del núcleo urbano, dirigiéndose por la actual calle El Carmen, pasando por la Fuente de la Villa y hospedándose en el Mesón de Los Zagales[8], que se encontraba en extramuros de la villa, en el “único” camino de ruedas que conducía hacia Granada [9], para darle descanso a la tropa y reposo a los caballos.

Una vez en el mesón los franceses desensillaron los caballos y se adentraron a comer y beber algún sustento.

El vecindario, muy alterado desde el día anterior y molesto con los franceses por los acontecimientos en Madrid, le pidió explicaciones a las autoridades, por la presencia de los franceses. El alcalde temeroso de alguna represalia intentó apaciguar a los vecinos, pero éstos, muy exaltados por la constante acción de algunos grupos que recordaban las acciones de los franceses y vitoreaban a Fernando VII, se armaron y acometieron en tropel hacia el mesón. Advertidos los franceses por el murmullo de los vecinos y los soldados de guardia, salieron al patio, para ver la situación. Observando el oficial la imposibilidad de huir y de defenderse en el muro exterior del mesón por su gran extensión, decide atrincherarse con sus hombres en el edificio, apostándose en puertas, ventanas y piso superior. Al llegar los vecinos, se produjo un violento tiroteo entre ambas partes. Tras varias descargas y ante la abrumadora mayoría de los españoles, éstos se lanzan al ataque, entrando en el comedor y entablándose un salvaje cuerpo a cuerpo, utilizando sables, cuchillos, y todo tipo de armas blancas. Al poco rato, los franceses se rinden dejando algunas bajas y varios heridos[10]. Tras este suceso, los ánimos se enfriaron, temiendo una inminente acción de represalia por los franceses [11]. Por lo que se enviaron correos en busca de ayuda. Este mensaje fue recogido por el General Teodoro Reding, que apresuró su marcha desde Granada, y debió llegar entre el 15 y el 19 de junio, ya que el 20 hay certeza de su estancia en este pueblo. Al llegar las tropas de este general, se alistaron muchos paisanos en su ejército, que posteriormente participaron en la Batalla de Bailén. Y además, la mayor parte de los refuerzos que recibe Jaén durante los ataques de este verano de 1808 proceden de esta localidad.

Los sucesos de Córdoba.

En Córdoba, mientras tanto, se había recibido el día 28 de mayo, la Declaración de Sevilla en la que se invitaba a tomar las armas contra los franceses. Fue recibida esta proclama de manera exaltada y este mismo día a las cinco de la tarde, en el ayuntamiento, se proclamó rey a Fernando VII y se le declaró la guerra a los franceses. A continuación, se despacharon postas a todos los pueblos de su jurisdicción para que se efectuaran alistamientos y se recogieran todo tipo de armas y aprovisionamiento. De esta manera, en Priego de Córdoba, se alistaron más de 400 hombres, capitaneados por D. Pedro Priego de Córdoba, se alistaron más de 400 hombres, capitaneados por D. Pedro Alcalá-Zamora. En el puente de Don Gonzalo desempeñaron un papel principal en el enardecimiento del vecindario Fray Andrés Gaitán y Fray Alonso Cardera que predicaban contra el invasor. En Cabra salieron 501 hombres que llegaron a Córdoba el 2 de junio. Los voluntarios procedentes de la comarca sur se elevaron a 3195 y la mayor parte se integraron en el regimiento que mandaba el lucentino Conde Pedro Valdecañas[12]. Todas estas tropas se pusieron al mando de Echevarri. Éste hizo salir a sus tropas a combatir con los franceses, en lugar de esperarlos dentro de la ciudad, cosa que hubiera sido más prudente, teniendo en cuenta que los defensores eran tropas irregulares, mal armadas y no acostumbradas a los lances de la guerra, así que cerca de la ciudad se atrincheró con unos 12000 hombres en las proximidades del puente sobre el Guadalquivir, en la localidad de Alcolea, en espera de los franceses.

El día 7 los franceses legan al puente, al primer ataque frontal de un solo batallón francés, el que marchaba en cabeza, cunde el pánico en las tropas españolas, aunque se reorganizan y tras cuatro horas de combate abandonan sus posiciones e inician una veloz y desordenada fuga hacia Córdoba, ante el temor de verse flanqueados por el enemigo[13]. Los franceses los persiguen y al llegar a Córdoba los españoles intentan negociar para capitular la ciudad. Pero los franceses sin esperar a que concluyesen las negociaciones destruyen a cañonazos la “Puerta Nueva”  y entran en ella. Algunos grupos aislados trataron de enfrentarse a las columnas francesas, hostigándolos en algunas plazas y calles. Un tiro disparado por el vecino Pedro Moreno y que hirió al General Dupont y mato al caballo de éste, fue el motivo que impulsó a los franceses a saquear la ciudad. Ésta fue sometida al pillaje, al robo, al crimen, realizado por tanto por los soldados como por los oficiales. Destruyeron edificios religiosos, siendo uno de los que más sufrió, el Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta. Dupont se apoderó de la cantidad de 10 millones de reales de los fondos de Tesorería y Consolidación, de los tesoros de las obras pías, del cabildo y de la catedral; además de grandes sumas de los particulares. Las alhajas de la Mezquita fueron asimismo substraídas y se llegó a violar a las mujeres dentro de los templos. La soldadesca desenfrenada se ensañó durante largos y trágicos días en la “Ciudad de los Califas”[14]. Según las fuentes consultadas el botín obtenido fue transportado entre 400 y 800 carruajes.

Afirma Thiers en su Historia del Consulado X del Imperio que las tropas francesas descendieron a las bodegas donde se guardaban los mejores vinos de Europa, destruyeron los toneles a golpe de fusil y algunos soldados llegaron a ahogarse en el vino. La cantidad de aguardiente bebido en nueve días fue de 1100 arrobas (17600 litros).

En estos días Dupont ha escrito a Madrid, modificando su óptica entusiasta de los primeros días:

“Mis días se han aclarado esta mañana al ver al enemigo atrincherado, dotado de artillería y maniobrando”.

Ya conoce Dupont la organización e instrucción de las tropas puestas bajo las órdenes del antiguo Comandante del Campo de Gibraltar, el Teniente General Javier Castaños.

El día 9 tiene lugar en Andújar otra acción popular, donde varios pelotones entraron en aquella ciudad, la sublevaron y prendieron al destacamento francés, matando al Comandante y a tres soldados que se opusieron. Por su parte otras partidas mandadas por el Alcalde de Montoro, comenzaron a hostigar al enemigo.

Enterado Dupont de la concurrencia de enemigos y del progresivo enfrentamiento de los voluntarios, teme que le corten el camino de regreso a Madrid. Se siente inseguro y decide abandonar su objetivo de llegar a Cádiz. Merodeó en torno a Córdoba, arrasando la campiña circundante, pero al no poder obtener aprovisionamientos, marchó hacia Andújar el 16 de junio, para impedir que le cortasen la retirada, y en la misma forma obtener víveres de la rica vega de esta ciudad.

El tiempo perdido en Córdoba permite, por un lado, que se organice el Ejército de Andalucía con el Teniente General Francisco Javier Castaños, jefe de las fuerzas que sitiaban por tierra a Gibraltar, y que había logrado una capitulación inicial con los ingleses, obteniendo de ellos armas y la libertad de acción para retirar sus fuerzas, a las que se unió gente de Sevilla, más concretamente de Carmona. Y por otro lado, el General Teodoro Reding formó otro ejército en la zona de Granada, Málaga y Almería. Mientras tanto las noticias del saqueo de Córdoba se extienden velozmente, lo que provoca la acción de numerosas partidas de paisanos que atacan casi simultáneamente a todas las pequeñas guarniciones  francesas repartidas a lo largo del camino hacia Madrid. Los correos franceses, imprescindibles para mantener las comunicaciones entre Dupont y su retaguardia, son atacados cayeron la mayor parte de ellos.

Víctima singular de estas partidas sería el General René, que con el Capitán de Estado Mayor Caignet y el Comisario de Guerra Vosgien iban a incorporarse al Estado Mayor de Dupont. Apresados en Despeñaperros cuando eran trasladados a La Carolina fueron atacados por otra partida. El General René logró escapar arrojándose por un barranco aunque resultó herido en un brazo. Lo volvieron a capturar el 7 de junio y fue trasladado al hospital de La Carolina, de donde fue sacado y asesinado en las manos de un Teniente Coronel español que intentó defenderlo.

A su regreso a Andújar Dupont castiga duramente a esta población por lo acaecido el día 9. En esta situación percibe claramente una resistencia enconada e irreversible en todos y cada uno de los pueblos y habitantes, por lo que vuelve a pedir refuerzos a Madrid. Literalmente dice:

“No hay momento que perder. Es preciso que emprenda inmediatamente la retirada de una posición en la que me es imposible sostenerme. Mis hombres tienen que estar de continuo con el arma al brazo, y no pueden, como antes, segar el trigo y coger el pan.

Por Dios, enviadme refuerzos con toda urgencia./.  Requiérese imperiosamente la existencia de un firme y compacto cuerpo de combatientes, bastante fuerte para sostenerme y sostener a otros.

Enviadme medicinas y vendajes para mis heridos, sin la menor tardanza. Desde hace meses el enemigo me intercepta todos los convoyes de víveres y municiones”.

Cediendo a las repetidas instancias de Dupont, el General Savary [15], brazo derecho de José Bonaparte en Madrid, ordena al General Domingo Horacio Antonio Vedel que acuda en socorro de Dupont. Anticipándose al permiso de Bonaparte, Savary envía también a otro General, Gobert. En total unos 13000 ó 14000 hombres, 700 caballos y 12 cañones pertenecientes a la División Vedel (Brigadas Poisot y Cassagne), División Dufour (Brigadas Leblanc y Dufour) y el 20 Regimiento Provisional de Coraceros de Gobert, el único Cuerpo de Coraceros en España.

Primeras escaramuzas

En estas circunstancias las milicias de Jaén reciben su bautismo de fuego controlando la retaguardia de Dupont. Así, cerca de Santa Elena una partida mandada por el Sargento Retirado D. Ignacio Gómez apresó a un destacamento francés de cincuenta hombres.

También el Alférez de la Real Brigada de Carabineros, D. Antonio cuesta, tuvo un encuentro con una columna francesa haciéndole muchos prisioneros. El 23 tiene lugar la acción de Arjonilla, en la cual la vanguardia del Teniente Coronel Juan de la Cruz Mougeón, al mando del Capitán San Martín, avanzaba por el Camino de Arrecife cuando encuentra una descubierta de Dragones franceses (División Fresia, Brigada Privé). San Martín, al frente de 21 jinetes, Húsares de Borbón y de Olivenza y apoyados por un pelotón de soldados del Batallón de Campo Mayor al mando del Subteniente Cayetano Miranda se lanza tras los franceses. Al alcanzar la “Casa Postas” los franceses se despliegan en formación de batalla para disuadir a los españoles, éstos, por el contrario, sable en mano se lanzan a la carga derrotando completamente a los franceses que se retiran con 17 Dragones muertos y 4 prisioneros.

La primera incursión contra Jaén.

Todas estas escaramuzas y la necesidad de víveres de su intendencia hacen que Dupont organice una acción de represalia contra Jaén. Por ello, el 19 de junio Dupont envía al Capitán de Fragata Baste, de los marinos de la Guardia Imperial, con 800 soldados de infantería, 200 de caballería y 2 piezas de artillería.

La expedición francesa hizo el camino hacia Jaén sin dificultad. Cuando se supo que el enemigo se acercaba, los entusiasmos se enfriaron y la propia Junta abandonó la ciudad. Sólo quedó el Corregidor Interino D. Fernando Maria del Prado. El Brigadier Zambrano, encargado de la defensa de Jaén, se marchó a Alcaudete para solicitar refuerzos, lugar donde se encontraba el General Teodoro Reding el día 20 de junio con una importante fuerza. Obedece su estancia en este pueblo, a la vigilancia de los movimientos de los franceses en el eje Bailén-Córdoba.

El 20 de junio de 1808, Baste con sus fuerzas desplegadas frente a Jaén envía una comisión para solicitar 15000 raciones de pan, vino y carne. El pueblo hizo fuego y mató a un soldado de los que fueron a parlamentar, por lo que los franceses se lanzaron a vengar tamaña tropelía. A las 7 de la tarde entraron en la ciudad sin apenas oposición. Entregándose al saqueo de casas, iglesias y conventos. Sólo se salvaron la Catedral y la Iglesia de San Idelfonso.

Si bien dentro de la ciudad no encontraron resistencia, no sucedió lo mismo en los alrededores de la ciudad, donde los escasos defensores incordiaban a los franceses. Desde las diez de la mañana del mismo 20, el fuego graneado era incesante. Hubo fuertes escaramuzas en la “Peña de la Graja” donde se atrincheraron 43 paisanos al mando del Sargento D. Manuel Marin[16]. También, incomodó un fraile capuchino llamado Pedro de Alhendín que en el paraje de “La Vega” con 7 paisanos y luego en el Camino de San Roque con otros cuarenta hizo frente a los asaltantes.

La Plana Mayor francesa ocupó la casa del Corregidor, en la calle Cerón (actual Casino de Artesanos) para utilizarla como Cuartel General. El 21, Baste exigió la firma de una obligación para proveer de víveres al ejército francés, a lo que se accedió para evitar más desmanes. Al mediodía de ese miso día los franceses se retiraron.

Los resultados de este encuentro marcaron profundamente a la población de la ciudad. La Junta de Jaén afirma que: “dieron muerte a varias personas indefensas y cometieron todo género de maldades…”

Es muy conocida la referencia del Conde de Toreno, donde asegura que los franceses en esta primera incursión “degollaron hasta niños y viejos, ejerciendo acerbas crueldades contra religiosos enfermos de los Conventos de Santo Domingo y San Agustín”.

Los combates fueron más ruidosos que sangrientos, ya que tras la investigación realizada en trabajos anteriores al nuestro, en Los Libros de Sepelio de Jaén sólo se pudieron documentar siete bajas en la población de Jaén[17].

Los refuerzos de Dupont.

Cuando el Capitán Baste llega a Andújar el 22 de junio, Dupont acaba de recibir la noticia de que viene para Andalucía la División Vedel en calidad de refuerzo. Sobre la marcha decide que Baste y sus fuerzas se desplacen a La Carolina para asegurar el paso de Despeñaperros.

La marcha de Vedel fue muy accidentada. Atacado constantemente por patrullas de paisanos, llegó a Despeñaperros el día 26 de junio. Alertados por el Intendente de Ciudad Real, Don Juan de Módenes, de que el enemigo reunía refuerzos para enviárselos a Dupont, la Junta de Jaén comisionó partidas de soldados y paisanos para frenar la entrada de refuerzos enemigos. Por su parte de Granada encomienda la ocupación y defensa del estratégico acceso al Coronel del Primer Regimiento de Voluntarios de Aragón, D. Manuel de la Peña[18]. Al no cumplir sus órdenes, se le encomendó la defensa al Teniente Coronel D. Pedro Valdecañas en cuya partida se encontraba el Sargento D. Ignacio Gómez. Éstos ocupan la “Peña del Panadero” cerca de “Las Correderas”. El miso 26 son atacados por Vedel, que tras dos horas de combates, dispersan estas partidas, causándole muchas bajas. Gobert que s encuentra en Manzanares, avanza a marchas forzadas para apoyar a Dupont.

El 27 de junio, Vedel establece contacto con las fuerzas de Baste que se encuentran acantonadas en La Carolina. Se dejaron destacamentos franceses para mantener la hasta entonces interrumpida comunicación con Madrid. Gobert se instala en la bifurcación de caminos que hay en Bailén hacia Córdoba y Granada, mientras que Vedel se reúne con Dupont en Andújar. Sin embargo, esto sería un error, ya que un plan más prudente aconsejaba reunir todas las fuerzas sobre Bailén para garantizar el acceso a Despeñaperros. El propio Napoleón le escribió a Marmont diciendo: “Tres cosas me dieron siempre la victoria: reunión de la masa, actividad y firme decisión de morir con gloria”.

Fuerzas disponibles.

En los últimos días de junio llegaron a Martos las tropas francesas para someter esta villa, posiblemente algún destacamento enviado por Dupont o bien un destacamento de Baste al regresar de Jaén. Reding, que sabemos se encontraba con certeza en Alcaudete durante estos días, marchó hacia Martos dos días más tarde. Se produjo un violento encuentro en las inmediaciones de la ciudad, que duró tres horas, tras el cual los franceses se retiraron.

Así, al comenzar julio, los efectivos franceses se elevan a unos 27000 o 28000 hombres, incluidos los casi 3000 que defendían el Paso de Despeñaperros, y 5700 caballos con unos 50 cañones.[19]

Por lo que se refiere a los españoles quedan organizados en cuatro Divisiones y dos Cuerpos Volantes. Eran sus comandantes los Generales Teodoro Reding, D. Antonio Malet, el Marqués de Compigny y D. Félix Jones, y el Teniente General D. Manuel de la Peña. El Teniente coronel Juan de la Cruz Mourgeón es el jefe del primer Cuerpo Volante y el Coronel Valdecañas del segundo. En total unos 30000 hombres, 2700 caballos y unos 28 cañones. [20]

Entre otros se encontraban los Batallones de Cuenca, Ciudad Real, Trujillo y Bujalance; Zapadores, Guardias Valones, Suizos, Artillería y los regimientos de Caballería Borbón, Farnesio y España.

La reserva estaba compuesta por los Batallones de Valencia y Campo Mayor; Tiradores de África; Granaderos de la Guardia Real; Provinciales de Zaragoza, Burgos y Cantabria; Caballería del Príncipe, Pavía y Sagunto; un Escuadrón de Carmona; Carabineros del Reino; 150 Suizos, Zapadores y una pieza de Artillería.

Segunda incursión a Jaén

El día 1 de julio ordenó Dupont al General de Brigada Cassagne que marchase hacia Jaén con la Legión de Reserva (3 Batallones) unos 1500 hombres para reunir víveres. Éste fue el primer encuentro serio con las tropas granadinas que mandaban el Teniente Coronel D. Miguel de Haro y D. Vicente Abello, que se vieron obligados a retirarse a Torredelcampo, penetrando los franceses en Jaén.

Escalante, sabedor del suceso de Jaén y de la retirada de los granadinos, dispuso que salieran para Torredelcampo, el Coronel de Caballería de España D. Juan Joaquín Romero y el Comandante de Húsares el Marqués de Campo Verde, con 300 caballos y 700 soldados de infantería. Una vez en Jaén, dispuso Romero tomar posiciones emboscando al enemigo que se encontraba en unas eras en la zona oriental de la ciudad. Rotas las hostilidades, continuó el combate hasta el día 3 de junio, destacándose en esas escaramuzas un Pelotón de Voluntarios de Granada, mandadas por el Marques de Campo Verde, de los cuales murieron casi todos.

Dupont ordenó a Cassagne, temiendo le cortasen la retirada, evacuar la ciudad, dejando abandonados a los heridos.

Los planes españoles.

El día 11 de julio Castaños reúne a sus Generales en Porcuna y traza un plan de ataque. Dispuso que Reding cruzara el Guadalquivir por Mengíbar para ir hacia Bailén, apoyado por el Marqués de Compigny, quien debía cruzar el río por Villanueva. Castaños con la 38 División y la Reserva atacaría de frente, mientras D. Juan de la Cruz pasando por el  recompuesto puente de Marmolejo molestaría desde las alturas de la Sementera.

Movimientos preliminares y acción de Mengíbar.

Entre los días 13 y 15 tiene lugar el despliegue español. Cruz peleó bizarramente con sus tropas y tomó posiciones el día 15 en Peñascal de Morales. Castaños molestaba a los franceses desde las lomas de Andújar. Dupont, temiendo un ataque en masa, solicitó el auxilio de Vedel, que se puso en marcha, dejando a Liger-Belavair, con 1500 hombres, custodiando el Guadalquivir y el paso de Mengíbar, así como destacamentos en Andújar y Linares.

Compigny, con su 2ª Misión marchó hacia Villanueva, donde entabló un violento tiroteo. Atravesó el río, dando alcance al enemigo que se retiraba más allá del camino de Bailén a Andújar y que tuvo que internarse en la Sierra, dejando más de 200 muertos.

Reding el día 16 de julio, pasó el río por el Vado del Rincón mientras el Coronel D. Juan Naphten atacaba a Liger-Belavair con un intenso fuego de artillería y fusilería. Los franceses atacaron a la vanguardia mandada por el Brigadier Venegas, pero fueron rechazados y se formaron en masa en medio de un bosque para volver a cargar pero la intensa fusilería y la artillería hizo que se retiraran, abandonando un cañón, un carro de municiones y varios carros de equipajes.

Liger-Belavair es reforzado con el 20 Regimiento Provisional de Coraceros del General Gobert, que llegaban desde Linares. Los Escuadrones españoles: Numancia y Olivenza, mandados por el mismo Reding, quisieron sostener la carga, pero les dispararon y antes de tiempo se desunieron., Los Coraceros cargaron sobre los Voluntarios de Barbastro y de Antequera, a cuyo frente se hallaba el Brigadier Venegas y rompieron sus líneas, pero al querer acometer a la segunda línea formada por los Regimientos de Guardias Valones, Reina y Suizos, sufrieron terribles descargas, que los dispersaron.

El propio General Jacques Gobert fue herido de un balazo en la cabeza. Posteriormente fue trasladado a Linares en donde murió. Encargado del mando el Brigadier Dufour y ante la desorganización de sus tropas, inicia la retirada hacia Bailén dejando más de 300 muertos en esta acción. Reding no los persigue y vuelve a cruzar el río para buscar a Compigny.

El 17 no hubo combates. Vedel regresó a Bailén para oponerse a Reding, pero cuando llegó supo que Dufour y Liger-Belavair habían marchado hacia Guarromán y Despeñaperros a defender esta posición amenazada por D. Pedro de Valdecañas y Reding. Vedel continuó hacia La Carolina para proteger a los que le antecedían.

El 18 Reding y Compigny se encuentran en Bailén. Dupont por su parte ha evacuado Andújar y se desplaza hacia Bailén seguido por el General de La Peña.

El 19 está preparado para el encuentro definitivo, que s conocerá como La Batalla de Bailén. Batalla que marca el comienzo del ocaso de la buena estrella de los ejércitos napoleónicos. Demostrando a Europa que los ejércitos franceses no eran invencibles.

 

CUADRO: Divisiones que componen el ejército al mando de PIERRE DUPONT DE L’ESTANG.

 

A: División Barbou

_         Brigada Chabert:

*4ª Legión de reserva (3 batallones)

*3er Batallón del 4º Regimiento Suizo.

_         Brigada Pannetier:

*2º Batallón del 1er Regimiento de la Guardia de París.

*3ª Legión de reserva (2 batallones)

 

B: División Rouyer

_         Brigada Scharamm

*Regimiento Suizo Reding nº 2 (2 batallones)

* Regimiento Suizo Preux nº 6 (2 batallones)

 

C: División Daugier

_         Batallón de Marinos de la Guardia Imperial.

D: División Fresia

_         Brigada Privé:

*1er y 2º Regimiento Provisional de Dragones

_         Brigada Boussard:

*6º Regimiento Provisional de Dragones

_         Brigada Dupré:

* 1er y 2º Regimiento Provisional de Cazadores.

 

E: División Vedel

_         Brigada Poisot:

* 5ª Legión de Reserva (3 batallones)

*1er Batallón del 3er Regimiento Suizo

_         Brigada Cassagne:

* 1ª Legión de Reserva ( 3 batallones)

 

F: División Dufour

_         3er Regimiento Provisional de Artillería a Pie

_         4ª Compañía del Tren de Artillería

_         Brigada Leblanc:

* 6º Regimiento Provisional de Infantería (4 batallones)

_         Brigada Dufour:

* 7º Regimiento Provisional de Infantería (4 batallones)

*8º Regimiento Provisional de Infantería (4 batallones)

 

G: División Gobert:

_         2º Regimiento Provisional de Coraceros.

 

NOTA: Las Divisiones Barbou, Rouyer, Daugier y la Fresia, junto con un refuerzo de 800 artilleros, obreros, intendencia e ingenieros forman las fuerzas iniciales.

Posteriormente se le añaden los refuerzos de las Divisiones Vedel, Dufour y Gobert.

 

 

Fuente: Libro de Feria de Alcaudete 1997

 



[1] Lugarteniente de Napoleón en España, Mariscal de Francia, Gran Duque de Berg y casado con Carolina Bonaparte, hermana del Emperador.

 

[2] Existe mucha disparidad de cifras en este punto. Algunos autores como Antonio Gallego Burín lo cifra en 5000 hombres de infantería, 500 marinos y 3000 jinetes. Miguel Lafuente Alcántara lo cifra en 60000 infantes, 500 marinos y 3000 jinetes. Sánchez de Bustamante en 25000 hombres y 4000 caballos.

 

[3]  General Francés y Duque de Abrantes.

 

[4] Su verdadero grado era el de Teniente Coronel, el nuevo título se lo concede la Junta de Córdoba.

[5] Posteriormente fue reclamado por la Junta de Granada para formarle Consejo de Guerra, pero no se llevó a cabo, ya que más tarde aparece en las Capitulaciones de Bailén. Aunque Manuel López Pérez e Isidoro Lara Martín, en su libro Jaén (1808-1814), entre la Guerra y la Paz, afirman que se pasó al enemigo.

[6] Aunque algunos autores dicen que “Dupont tiene demasiados regimientos de soldados bisoños, de los últimos reclutamientos, aún sin instrucción adecuada”.

[7] Leída en cabildo el 30 de junio de 1808.

[8] Este mesón se ubicaba justo donde encontramos el actual Hostal El Conde y terrenos anexos.

[9] Camino que en aquellos tiempos pasaba por Torredelcampo, Martos, Alcaudete y Alcalá la Real.

[10] Aunque se deduce que entre los vecinos de Alcaudete se produjeron bajas, no es imposible facilitar su nombre y su número, ya que algunos de los libros de este período consultados en los distintos archivos: el  municipal, de los juzgados, y los  libros parroquiales de defunciones de San Pedro, Santa María y El Carmen, fueron destruidos en nuestra Guerra Civil o bien fueron vendidos “al peso”.

[11] Pensando en los posibles 700 soldados que deberían recibir alojamiento.

[12] Con la graduación de Teniente Coronel concedida por la Junta de Córdoba y que posteriormente se le encargó la defensa de Despeñaperros.

[13] En muchos casos fue una huida y deserción.

[14] Aunque los franceses estuvieron 9 días en Córdoba el saqueo duró entre 3 y 4 días. En carta enviada por José Bonaparte a su hermano, textualmente dice: “En Córdoba, Dupont les concedió cuatro días seguidos para el saqueo concienzudo de todas las casa de la ciudad. Los aprovecharon a fondo”.

[15] El propio Napoleón en carta fechada en Bayona el 18 de julio de 1808 para su hermano José dice: “ Savary es un hombre capaz para operaciones secundarias, pero carece de experiencia y de cálculo para permanecer al frente de una maquinaria tan compleja 1…J No hay necesidad de dar a conocer a Savary la opinión que tengo de su incapacidad. Por lo demás, es un hombre enérgico, con celo y cumplidor, que os será útil….”

[16] Ascendido posteriormente al grado de Alférez.

[17] Ver el interesante artículo de D. Telesforo Ulierte Ruiz en el que se aportan datos sobre el saqueo de esta ciudad.

[18] El mismo que no atacó a Dupont cuando éste forzó el paso de Despeñaperros.

[19] En carta fechada en Bayona el 18 de julio de 1808, Napoleón le escribe a su hermano: “…incrementar el cuerpo del general Dupont hasta 22000 hombres, infantería, caballería y artillería, y mantener 3000 hombres en los desfiladeros de montaña para sus comunicaciones con La Mancha…”. Posteriormente el 25 de julio, José Bonaparte vuelve a escribir a su hermano y dice: “Partieron 2000 hombres a tornar contacto con las tropas de Andalucía”.

[20] Otros generales españoles eran D. Francisco Javier de Abadía, Escalante, Venegas, Saavedra, D. Narciso de Pedro, el Marqués de Jeló y Crimanest.