Los materiales más antiguos encontrados se han encontrado en las laderas de la Sierra de La Lastra y Cerro Cambrón y en las terrazas de los ríos San Juan y Salado. Éstos son principalmente
sílex, fechado entre el Paleolítico superior o transición al Neolítico. El municipio cuenta con unos 200 asentamientos arqueológicos inventariados, teniéndose constancia de la ocupación durante
el III - II milenio a.C. Se ha descartado la ocupación correspondiente a las fases más antiguas de la Cultura Ibérica, entre los siglos VII - IV a.C., ya que los primeros asentamientos ibéricos
conocidos son del siglo III a.C., perdurando hasta el I d.C., coincidiendo con la presencia de Roma en la zona. De todos los yacimientos de este periodo destaca la necrópolis de incineración del
Cerro de Esparto en la Bobadilla.
La romanización de la zona queda suficientemente demostrada por las prospecciones realizadas en lugares como la Ermita de la Fuensanta o el Cortijo de los Santos o la
Villa romana de Fuente Peña, donde una excavación puso al descubierto parte de una villa fundada a principios del siglo I d.C. con una ocupación ininterrumpida hasta el siglo V. Según fuentes
epigráficas, Alcaudete podría adscribirse a Sosontigi, municipio flavio.
Del periodo Bajo Imperial conocemos no sólo los hallazgos ya mencionados, sino quizás el más emblemático de la ciudad, el sarcófago paleocristiano de época de Constantino,
del siglo IV, hallado en las huertas en torno a la calle Torres Ortega a finales del siglo XIX y conservado hoy en el Museo Arqueológico Nacional.
Oppidum Bora Cerealis
En el Cerro de Vega al lado de la Bobadilla
La ciudad de Bora (Plinio: N. H., III, III. 5) estuvo situada en el Cerro y casco urbano de La Entidad Autónoma Local de La Bobadilla (municipio de Alcaudete,
provincia de Jaén)
Gracias a una moneda, reacuñada en la ceca de Bora, que contiene epigrafía ibérica y latina, en la que se lee Bora y de ocho piedras votivas con dioses pintados y
escritura neopúnica (cartaginesa), en dos de las cuales se lee: Bora.
El oppidum íbero de Bora, sobrenombrado Cerealis cuando fue declarado municipio latino por los romanos.
Un poblamiento, nacido del Bronce Final, hasta enlazarlo con el oppidum íbero y Municipio Latino de Bora Cerealis (Plinio N.H. III, III, 5).
Las murallas de Bora están todavía patentes en mucho de su perímetro.
Su ubicación a la salida del paso natural entre las Altiplanicies Granadinas y la Campiña Bética de Jaén-Córdoba, a 5km. del margen izquierdo del Salado de Porcuna
(afluente directo del Guadalquivir, que atraviesa la Campiña en sentido Sur-Norte ), a 3 km. de la rivera derecha del Víboras y a pocos más del Guadajoz, con visualización directa de la Depresión
Alcaudete-Priego, de los principales y tradicionales poblamientos de Campiña Alta y Baja de Jaén y parte de la de Córdoba, ha conferido al Cerro de Vega un importante papel de vigilancia,
comunicación (señales), defensa y coerción, debido a ser limite o frontera Sur, durante largos periodos de la Historia.
También debió ser fortaleza importante en la vía (Torres de Aníbal) que comunicaba la comarca minera de Linares con el puerto de Málaga a través de Antequera y el
Valle del Guadalhorce, ruta de penetración púnica desde el Estrecho de Gibraltar. (Plínio, II, 181 y XXV, l69), y que, por otra parte, se bifurcaba en esta pedanía (nudo de comunicaciones y
abrevadero) hacia los pasos naturales granadinos del río Frailes-Velillos (afluente del Genil) con destino a Almuñecar, Adra y Villaricos.
El Cerro de Vega es una meseta de acceso empinado por sus vertientes N., E. y S., abierta en pendiente más suave hacia el O., que se eleva a 638 m. sobre el nivel del
mar. Está circundado, en dos tercios de su perímetro, aproximadamente, por antiguas murallas ataludadas, de mampuesto y ripios o de opus incertum, que presentan baluartes rectangulares adosados,
cuyo origen pudiera ser ibérico.
El resto lo ocupa el actual casco urbano.
En el propio pueblo, en el lugar llamado de La Fuente, afloran a la vista las paredes romanas.
Su oppídum, que debió tener entre 10 y 15 hectáreas, ha sufrido un largo proceso de erosión a medida que sus murallas se han ido decantando con el consiguiente
arrastre de la tierra más liviana removida por las rejas de los arados, quedando amalgamados sobre la superficie terrosa, como sedimento menos ligero, piedras, tejas romanas (tegulae-imbrex) y
abundante cerámica, así como majanos con guijarros procedentes de construcciones.
Seis de sus minas de almagre (también llamado hematites u óxido rojo de hierro), han sido explotadas desde muy antiguo hasta mediados del siglo XX.
Posee dos acuíferos importantes y se le reconocen todavía dos minas de sal gema.
En este oppídum no se han realizado excavaciones arqueológicas
Maluquer de Motes las llevó a cabo en parte de su necrópolis ibérica, o no lo hizo o no lo refiere en su publicación.
Ha sido muy expoliada y lo han intentado con una excavadora mecánica y varios detectores de metales, hecho frustrado por la Guardia Civil, gracias a la denuncia de un
vecino del pueblo.
Maluquer de Motes halló, estudió y publicó, entre otros, el siguiente material que se encuentra en el Museo Arqueológico Provincial de Jaén: aryballos globular de
fayenza verde, de tipo egipcio, y procedencia de Naukratis o Rodas (525 a. C.); aryballos ibéricos en forma de granada (pasta ibérica local); cerámica griega (¿siglos VI o V a. C.?); amphoriskos
púnicos de pasta vítrea azul con decoraciones amarillas y verdes (fines del siglo VI o comienzos del V a. C.); un ejemplar que imita el prototipo ático de crátera de columnas que carece de ellas,
pero mantiene la distinción entre boca, cuello, cuerpo y pie destacando el acabado del fondo en forma cónica y el pie adosado, decorado con pintura color vinoso, a base de bandas anchas
horizontales y paralelas. Recuperó, también, dos pendientes de oro, tipo amorcillado y un interesante anillo del mismo metal, así como vasos, urnas y platos de cerámica, algunos con decoración
ibérica.
También se encuentran en este museo, procedentes de otras donaciones, una serie de exvotos líticos antropomorfos (uno fálico), un plato de cerámica ática con
estampaciones florales, importado de Ampurias o Rhodas (s. VI-V a. C.), así como un capitel corintio y un torso de mármol blanco, ambos romanos, pertenecientes a los siglos 1-II d.
C.
En esta pedanía o en sus proximidades, permanecen abandonados varios fustes de columnas, una posible ara, y una lápida inconclusa; muy pesada, con puntos burilados que
suelen dar sensación de conjunto granulado, queriendo representar algo difícil de descifrar. (Ya ha desaparecido un capitel corintio).
Por encima de la Fuente de Arriba, la plantación de árboles ha hecho aflorar a la superficie gran cantidad de cerámica ibero-romana, por lo que podría pensarse en otra
necrópolis o en la escombrera de un alfar.
En el C. 1. L. (Corpus de Inscripciones Latinas) hay varias lápidas catalogadas, procedentes de La Bobadilla, pero tristemente desaparecidas, excepto una que se
encuentra en el Museo Arqueológico Nacional.
En la superticie hay fragmentos amalgamados, abundante cerámica neolítica, argárica, ibérica y romana (común y sigillata ) y, muy excepcionalmente, griega con
estampaciones florales o con decoraciones negras o rojas, así como árabe y visigoda.
Abundan las fusayolas de pasta clara y gris (una de ellas decorada a base de granulaciones, otra bitroncocónica,) así como pondus de distintos tipos.
Escoria de flindición de cobre, una descomunal bola de hierro, precintos de plomo y un fragmento de vaso de cerámica con perforaciones (copelas) cuyos restos de plomo
derretido, sugieren, la idea de captación del régulo de plata.
Se ha hallado un espejo de bronce, la mitad de un molino barquiforme de mármol y varios quema perfiimes de cerámica.
Fuentes:
XXIV CONGRESO NACIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE CARTAGENA.
Volumen 3º
Impacto Colonial Ibérico. Castagena 1997.
ISBN- 84-88570 – 21-10 Obra completa.
ISBN: 84-88570-24-4. Volumen 3
Depósito Legal; MU- 400- 1999.
http://www.josemarialopera.com/ (ARQUEOLOGÍA)
XXV CONGRESO NACIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE VALENCIA.
Del 24 al 27 de Febrero de 1999
ACTAS
Generalitat Valenciana
Edición: Diputación de Valencia.
ISBN: 84 7795-200-7
Depósito Legal: V-1044,1999.
Título de la primera comunicación:
DOS NUEVOS LITOGRAFITOS PÚNICOS (UNO CON ESCRITURA) Y LA CERÁMICA TARTESSIO-FENICIO-PÚNICA DEL OPPIDUM DE BORA (LA BOBADILLA-JAÉN)
Páginas del 546 al 553.
AUTOR: José María LOPERA
Académico Correspndiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga.
http://www.josemarialopera.com/ (ARQUEOLOGÍA)
Título de la segunda comunicación:
HALLAZGO EN BORA (LA BOBADILLA-JAÉN) DE CERÁMICA DE PAREDES FINAS, SIGILATA ITÁLICA (MARMORATA) E HISPÁNICA SIGNADAS.
Páginas: del 554 al 561.
AUTOR: José María LOPERA
Académico Correspondiente de la Real Academia de Bellas Aryes de San Telmo de Málaga.
http://www.josemarialopera.com/ (ARQUEOLOGÍA)